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Desde siempre ha sido preponderante el papel de la mujer en la enseñanza, aún en la actualidad la mayoría de los claustros continúan formados por mujeres, dejando a los hombres relegados a una minoría meramente representativa. En la enseñanza no existen celos profesionales entre ambos sexos y la igualdad es cada vez más patente. Unas y otros colaboran compartiendo un común objetivo: dar a cada alumna y a cada alumno los instrumentos válidos para integrarse plenamente en la sociedad.
De cualquier modo, es la mujer la que más se implica, como norma general, para impulsar en el alumnado las capacidades afectivas, quizás porque el hombre, a estas alturas de la Historia, todavía siente miedo a desarrollar toda su dimensión humana. Sin embargo, son cada vez más los hombres que se incorporan a la tarea educativa asumiendo que, sin un adecuado desarrollo de la afectividad, la educación carece de sentido.
De cualquier modo, es la mujer la que más se implica, como norma general, para impulsar en el alumnado las capacidades afectivas, quizás porque el hombre, a estas alturas de la Historia, todavía siente miedo a desarrollar toda su dimensión humana. Sin embargo, son cada vez más los hombres que se incorporan a la tarea educativa asumiendo que, sin un adecuado desarrollo de la afectividad, la educación carece de sentido.
4 comentarios:
Tienes mucha razón. Estoy de acuerdo.
Y ..que bellísimo poema, y que bella canción.
Un beso
Quizás ese instinto maternal hace que las mujeres seamos más expresivas emocionalmente, pero como bien dices ambos sexos comparten un objetivo común y creo que para el alumno es bueno y enriquecedor recibir de sus profesores, las características y cualidades que cada uno de ellos tiene por si mismo.
Como en todas las cosas y aspectos humanos en la diversidad está la riqueza.
Un abrazo
aceptemos que somos diferentes para poder asumir nuestra igualdad.
Suelo amarrar de vez en cuando mi txalupa, la que reposa en mi orilla cantábrica, por tu noray canario, pero no es hasta hoy en que he raseado por este suelo, que me he atrevido a pisar tierra firme.
Veintinueve años de enseñante, docente, MAESTRA, cabalgan conmigo siendo ya parte total de mis días y mis noches. Maestra vocacional, y también creo que bastante maternal! ;) (las rimas van en el lote, jejeje!)
Me ha gustado lo que he leído en este espacio, y si usted da su permiso, volveré, a nado o en txalupa, dejándome llevar por las olas, desde mi Cantábrico, hasta su Atlántico.
Un abrazo!
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