Este Blog sólo pretende ser una reflexión sobre algunos temas que giran como un tiovivo en mi cerebro. Quizás tú puedas hacer que en algún momento cesen de dar vueltas.
"La utopía existirá mientras brille una estrella en el firmamento"

"La ciencia más útil es aquella cuyo fruto es el más comunicable" LEONARDO DA VINCI

"Sólo se pierde lo que se guarda; sólo se gana lo que se da." ANTONIO MACHADO


jueves, 11 de noviembre de 2010

¡POR UN SAHARA LIBRE!


Ante la vergüenza que siento porque las autoridades españolas no hacen otra cosa que esconder la cabeza bajo el ala y mirar hacia otra parte en el largo, injusto e inhumano conflicto del Sahara Occidental, reconociendo que hasta fecha de hoy, y según la normativa de la ONU, es nuestro país la actual "Potencia Administradora" del territorio saharaui, independientemente que de facto lo sea el Reino de Marruecos, y ante la barbarie que se está cometiendo contra la población civil saharaui en la capital del Sahara Occidental, he decidido colocar en mi blog el lazo adjunto como señal inequívoca de mi solidaridad con este pueblo. Si tú también lo deseas, puedes colocar la imagen en tu blog.

¡Por un Sahara Libre!

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Ninguna religión, ni tan siquiera una ley, vale la vida de un ser humano


La condena a muerte de la iraní Sakineh por haber cometido adulterio se ha convertido en el símbolo de otras tantas mujeres juzgadas y condenadas a la más injusta e inhumana de las penas: la pena de muerte. Todavía hoy, en el segundo decenio del siglo XXI, muchos países continúan legislando y juzgando con la letra y la sangre de la religión sin querer comprender que ninguna religión, ni tan siquiera una sola ley, vale la vida de un ser humano. A pesar de ello, no seré yo quien satanice a religión alguna, pero todas y cada una de ellas, sobre todo las grandes religiones monoteístas, han cometido innumerables tropelías a lo largo de la existencia del ser humano siempre con el objeto de preservar el orden divino y humano, poniendo a Dios como testigo y juez de la vida cotidiana cuando ésta, en uso de su libertad, sólo compete al ser humano.

¿Por qué no se preocupan estos países y gobernantes, defensores de la pena de muerte, de defender la vida y posibilitar que sus hombres y mujeres vivan con una ley, universalmente válida para todos: el respeto a los demás? ¿Acaso, de ser cierto los motivos por los que se le ha juzgado, incluso el posible asesinato de su marido, es lícito acabar con la vida de un ser humano? ¿Pueden las autoridades de cualquier país seguir utilizando impunemente la pena de muerte como moneda de cambio para la opresión e instalación del temor en sus ciudadanos? ¿Es moral que nosotros, los llamados occidentales y miembros de los países más desarrollados del planeta, miremos hacia otro lado como si no pasara nada, como si esto no fuera con nosotros porque al fin y al cabo sólo se trata de una joven mujer casi analfabeta en un país integrista islámico? ¿Podemos continuar permitiendo que la religión se entrometa en el desarrollo de la vida civil? Sinceramente, creo que ya ha llegado la hora de afrontar la realidad, clamando con fuerza y razón, y exigir que el poder público y todo lo que ello conlleva no puede ni debe continuar en manos de aquellas personas u organizaciones que no sepan administrar que el fin último es el bienestar y la felicidad de cada uno de los seres humanos.

Probablemente hoy Sakineh será ahorcada en la prisión donde está encarcelada y casi con toda seguridad mañana o pasado mañana volverán a ser lapidadas otras muchas mujeres por el sólo delito de no creer en unas leyes que nada tienen que ver con la humanidad del siglo XXI. Sin embargo la muerte de Sakineh, de no ser conmutada la pena, debe servir de símbolo para hacer realidad la utopía y que de una vez por todas los Organismos Internacionales, quizás bajo el auspicio de la ONU, tomen cartas en el asunto y exijan que sólo se gobierne, no con el uso de la fe sino de la razón.

viernes, 29 de octubre de 2010

Adiós a un Hombre de Estado

"Habrá un día
en que todos
al levantar la vista,
veremos una tierra
que ponga libertad."


Canto a la libertad, JOSÉ ANTONIO LABORDETA



Con la muerte de Marcelino Camacho desaparece una de las figuras claves del final de la dictadura franquista y de la Transición Española. No en vano fue Camacho, como líder indiscutible de Comisiones Obreras, junto a Nicolás Redondo, dirigente de la UGT, quien articuló el movimiento sindical en una España que todavía estaba bostezando el aire represivo de los cuarenta largos años.

Marcelino Camacho sufrió, como el que más, en carne propia el yugo de la dictadura, siendo encarcelado en diversas ocasiones por su ardorosa defensa de las libertades y viéndose obligado a exiliarse a Francia para regresar definitivamente en 1957 sin haber perdido nunca el objetivo sindical gracias a su militancia activa en la CGT francesa.

Al contrario, es a partir de finales de los cincuenta y principios de los sesenta cuando comienza a gestarse y a afianzarse la gran figura sindical que luego resulto ser, convirtiéndose en el afiliado número uno del nuevo sindicato de Comisiones Obreras. No puede pensarse la España del último cuarto del siglo XX sin la presencia y contribución del Camarada Marcelino en la construcción del tejido sindical, político, social y democrático, siendo uno de los más grandes impulsores de los Pactos de la Moncloa.

Por todo ello, es justo considerar a Marcelino Camacho como uno de esos escasos Hombres de Estado que ha tenido este país y que a día de hoy continuamos esperando que aparezcan, aunque tal y como anda el patio de revuelto creo que ese milagro no sucederá en los años venideros.

Sirva pues este breve texto para rendirle tributo al ejemplar ser humano que entregó los mejores años de su vida por las libertades del resto de los españoles y que, a pesar de su gran proyección mediática, continuó hasta el final de sus días siendo el mismo hombre íntegro, honesto y sencillo que siempre fue.


"Ni nos domaron, ni nos doblaron ni nos van a domesticar" MARCELINO CAMACHO

viernes, 8 de octubre de 2010

Vicente Ferrer: otro Mahatma sin el Premio Nobel de la Paz





"He declarado la guerra al dolor y al sufrimiento
y he firmado un compromiso de paz:
contribuir a la unidad entre las naciones y los pueblos"

"
La pobreza y el sufrimiento
no están para que los entendamos,
sino para que los resolvamos"

"No quiero que me recuerden
cuando muera, que me dejen en paz...
allí volveré a hacer otra Fundación Vicente Ferrer"

"¿Qué necesidad tengo de buscar la verdad
si cualquier acción en favor de los demás contiene
todas las filosofías, todas las religiones y a Dios?"


VICENTE FERRER



No cuestiono en absoluto que el Comité noruego para el Nobel haya decidido otorgar este año el Nobel de la Paz al escritor y disidente chino Liu Xiaobo, uno de los líderes de las protestas de Tiananmen de 1989. Sin lugar a dudas que es merecedor del más prestigioso reconocimiento internacional por su firme decisión de luchar contra las estructuras del poder de China y por su lucha no violenta en favor de los más esenciales derechos del pueblo chino. El espaldarazo del Nobel de la Paz debe servir, seguramente, como acicate para que consiga su libertad después de llevar dos años en las cárceles del régimen de Pekín. Creo que no es la gran autoridad moral de Liu Xiaobo lo que está en duda, como tampoco lo fueron en su día Madre Teresa, Nelson Mandela, el Dalai Lama o Aung San Suu Kyi, por citar tan sólo a algunos de los más ilustres receptores del Nobel.
Sin embargo, también es cierto que el Premio Nobel de la Paz se ha otorgado en numerosas ocasiones a personalidades que nada o casi nada han hecho para ser merecedoras del Premio, dejando tras de sí una estela de politización en el Nobel. Tal es caso de Henry Kissinger, Le Duc Tho, Anwar al-Sadat, Menachem Begin o el mismo Barack Obama, merecedor de tan insigne galardón en el año 2009, al poco tiempo de comenzar su mandato y sin ningún motivo firme para la concesión del premio.

Cuando Alfred Nobel institucionalizó el Premio en su testamento lo hizo con arreglo a la siguiente cláusula: El Premio Nobel de la Paz será “para la persona que más haya hecho por la fraternidad entre naciones, la abolición o reducción de los ejércitos y por la promoción de la paz.” Basta releer algunos de los nombres citados anteriormente para alcanzar a comprender que algunas veces, quizás demasiadas, el Comité del Nobel no cumple el deseo del fundador. Precisamente por ello, nunca le fue otorgado dicho premio al mayor precursor de la No Violencia del siglo XX, Mahatma Gandhi, aunque estuviera nominado en cinco ocasiones, debido a las presiones del Reino Unido. Tuvo que llegar 1989 para que el Presidente del Comité del Nobel dijera en la ceremonia de entrega que el Premio Nobel de la Paz al Dalai Lama era “en parte, un tributo a la memoria de Mahatma Gandhi”, reconociendo implícitamente que fue una clara y rotunda injusticia lo que se cometió con aquel hombre sencillo hindú de alma grande que se convertiría con el paso de los años en el paradigma de la No Violencia y en el icono internacional de la Paz, de tal modo que hoy en día no se concibe pensar en la paz sin que asome a nuestra razón la fotografía de Gandhi.

Hoy vuelve a ser otro día triste, demasiado triste para la Paz con mayúscula. Esa paz que generalmente fraguan y forjan los hombres y mujeres que, como a Mahatma Gandhi o a Vicente Ferrer, les gusta escribir los renglones de la historia de la humanidad con minúsculas e intentando pasar desapercibidos porque lo verdaderamente importante son los seres humanos a los que han consagrado su vida. Sí, hoy es otro día triste, tampoco este año ha conseguido la Fundación Vicente Ferrer el Premio Nobel de la Paz y si no lo ha hecho no es porque le falten méritos para ello. En absoluto, creo firmemente que no existe fundación ni persona en el mundo más comprometidas con los valores que preconizaba Alfred Nobel que La Fundación Vicente Ferrer y, por supuesto, el mismo Vicente. Por segunda vez en la historia del Nobel se le vuelve a negar a otro hindú de corazón, a otro Mahatma, el derecho al Premio Nobel de la Paz.

martes, 28 de septiembre de 2010

¡A la calle! que ya es hora


Cuando el pasado 16 de junio el Gobierno del Presidente Rodríguez Zapatero aprobó, por medio de un Real Decreto, la actual Reforma Laboral estaba subiendo el último peldaño para que, no dentro de mucho tiempo, se consiga alcanzar la desprotección total de los trabajadores y trabajadoras con el Despido Libre, y si no al tiempo. Ese es el único objetivo del verdadero poder económico, de ahí el interés de culpabilizar y enfangar a las Centrales Sindicales ante la opinión pública, con la ayuda de algunos medios de comunicación, aún cuando los Sindicatos "nunca mataron a Kennedy" ni son los culpables de la crisis. Una vez aniquilado el tejido sindical, la clase trabajadora será sólo un náufrago a la deriva a merced de los grandes depredadores económicos.

La actual Reforma Laboral ya ha abaratado sustancialmente el despido, reduciendo en casi un tercio los días de indemnización por año trabajado si el despido es improcedente, y ha reducido los derechos sociales que con tanta alharaca fueron defendidos en la anterior legislatura. La Reforma Laboral incide mucho más drásticamente en la flexibilización del despido, en su correspondiente abaratamiento y en la subvención de una parte de su coste por el FOGASA (Fondo de Garantía Salarial) que en las propias políticas de empleo. En el tiempo que lleva en vigor la actual Reforma Laboral se ha institucionalizado la temporalidad como vínculo mayoritario en los nuevos contratos realizados. No es cierto ni mucho menos que esta Reforma vaya a servir para contener el Paro y para generar diversos y abundantes Nichos de Mercado. España arrastra un lastre secular en la Educación y más concretamente en la Formación Profesional, quizás debido a la mala fama y a la escasísima inversión pública y privada, que es incapaz por sí misma de adaptar la mano de obra necesaria a los nuevos tiempos y a los nuevos mercados.

Otra de las guindas de la actual Ley 35/2010 de 17 de septiembre, aprobada en el Parlamento con los 168 votos exclusivos del PSOE y la anuencia debido a las 173 abstenciones de otros partidos políticos (PP, CiU, PNV, Coalición Canaria, Unión del Pueblo Navarro y UPyD), es que deja la puerta abierta y sin límites a los posibles despidos por pérdidas. De esta manera, aquellos empresarios que arrojen o prevean malos resultados económicos, o simplemente vean disminuidos sus beneficios, sin llegar a tener pérdidas del capital, podrán despedir de forma procedente a aquellos trabajadores que considere oportuno, pagando una indemnización de 20 días por año trabajado en lugar de los 42 que estaban establecidos con anterioridad.

El Gobierno Socialista ha terminado por apretar el cinturón sólo y exclusivamente a las clases que jamás han provocado la tan cacareada crisis, comenzando por los empleados públicos, de los peores pagados en la Unión Europea, y terminando por los Pensionistas que al final han visto mermado sus ingresos a partir del próximo 1 de enero. Sólo en lo que respecta a los empleados públicos, con sus correspondientes recortes salariales desde el 0’56% hasta el 8% el Gobierno pretende ahorrar hasta 2011 la cantidad de 4.000 millones de euros. Sin embargo, una vez más el Gobierno de España, al igual que el resto de los gobiernos de las grandes economías del mundo, se ha olvidado de aplicar un correctivo a aquellos que de verdad han originado la crisis. La Banca, parte activa sin duda en el origen de la crisis y en la consolidación de ésta por la negativa a generar créditos a las medianas y pequeñas empresas, continúa a día de hoy, aunque en menor medida que en años anteriores, atesorando grandes beneficios y saliéndose por la tangente a la hora de contribuir con una tasa por transacción. Desde luego que no es sólo nuestro gobierno el que debe imponer dicha tasa pero tampoco ha hecho grandes alardes de estar por esa labor. Ningún país ha potenciado en serio la aplicación de tasas a la Banca y a las Grandes Entidades Financieras y no lo han hecho pura y llanamente porque son ellos, los gobiernos y los Partidos Políticos que sustentan a los diversos gobiernos, los que están hipotecados con créditos otorgados para su funcionamiento.

No sé cómo ni cuándo, pero sí sé que es necesario, hoy más que nunca, que comencemos a arrimar el hombro para cambiar las estructuras del actual sistema económico que sólo provoca desazón y mayor desprotección en la gran masa social que es la que levanta a cualquier país del mundo. Después de todo, nosotros somos miles de millones y ellos, aunque tienen el poder del dinero, tan sólo uno miles. Como escribió el gran poeta Gabriel Celaya...

“¡A la calle! que ya es hora
de pasearnos a cuerpo
y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo.”


Ilustración: Il quarto stato, 1901 - GIUSEPPE PELLIZZA DA VOLPEDO

martes, 13 de julio de 2010

ARTE EN EL CÉSPED


Por fin gana el deporte y el fair play desarrollado por la Selección Española en los últimos años. Estamos sin lugar a dudas ante los mejores futbolistas y además ante un Grupo con una calidad humana extraordinaria. Desde tiempos inmemoriales no se había vivido en todos los pueblos y ciudades de España unas jornadas tan festivas y tan formadoras de identidad como las que se han vivido en los últimos días. Son hechos y actos como estos, capaces de juntar voluntades aunque se tengan visiones diferentes del mundo, los que se necesitan para hacer País. ¿Cómo no aprenden los políticos de una vez?

La Roja, después de varias vicisitudes, en un partido memorable dio un repaso de buen hacer y de buen fútbol nada menos que a la selección alemana, demostrando que lo acontecido en la última Eurocopa no fue producto del azar de los penaltys. España, en el partido contra Alemania y en la gran final, a pesar de la suciedad y tosquedad holandesa, ha sabido hacer arte en el césped, interpretando las reglas del fútbol para que el público se divierta y pueda disfrutar (ese es principal objetivo de una obra de arte) con un juego basado en el toque, en la inteligencia y en la plasticidad.

Quiero desde aquí dar las gracias a todos y cada uno de cuantos han hecho posible que este sueño se hiciera realidad. Es hermoso, sin duda, tener sueños, pero lo verdaderamente bello es verlos hacerse realidad. Aquí no cabe el soliloquio de Calderón en boca de Segismundo... “toda la vida es sueño,
 y los sueños, sueños son”. No, la vida tiene que ser palpar, acariciar, modelar los sueños día a día hasta convertirlos en algo tangible. Ahora toca disfrutar de la realidad y quizás, si se puede, comenzar a soñar de nuevo con que dentro de cuatro años podamos disfrutar de una verdadera obra de arte en el césped: una final de España – Brasil.

martes, 15 de junio de 2010

CRISIS? WHAT CRISIS?

Crisis? What Crisis? Este es el cuarto álbum del grupo británico Supertramp, publicado en 1975. Desde entonces ha llovido bastante no sé si debido al tan cacareado cambio climático o a que, simplemente, la naturaleza ha decidido emular a los humanos volviéndose loca.

Primero nos vendieron la moto para que invirtiéramos en ladrillos, comprando pisos y dúplex que nunca llegaron a tener un valor real por estar sobrevalorados. Parecía que lo único verdaderamente importante era el consumo en viviendas, ya fueran nuevas o de segunda mano. Basta recordar los miles de anuncios publicitarios llamando a la compra de la segunda residencia en la costa o en el campo español. Se construyó mal y demasiado en cualquier pueblo con el pretexto de que era una buena oportunidad para llenar las arcas municipales y mejorar los servicios ciudadanos. Los Bancos y Cajas, amparados en el precio del dinero fijado por el Banco Central Europeo, se encargaron de bajar hasta lo indecible los tipos de interés con el objetivo de acumular cuantas más hipotecas mejor. Gran parte de la población, sobre todo la joven, se vio tentada a invertir en una vivienda. En España, al contrario que en el mundo anglosajón, estamos acostumbrados a ser propietarios y no inquilinos, quizás porque nunca ha existido una política real que facilitase el alquiler, con importantes desgravaciones fiscales e inversión pública para abaratar el suelo.

Después llegó la primera gran debacle financiera estadounidense, con la caída del gigante Lehman Brothers que en 2007 se vio seriamente afectada por la crisis financiera provocada por los créditos Subprime (hipotecas con mayor riesgo de impagos por cuanto sus propietarios no tienen ingresos regulares para acometer los pagos de manera fija). Lehman acumuló enormes pérdidas por títulos respaldados por las hipotecas a lo largo de 2008. Sólo en el segundo trimestre fiscal, Lehman informó de pérdidas por valor de 2.800 millones de dólares y se vio obligada a vender 6.000 millones de dólares en activos. En el primer semestre de 2008, Lehman había perdido el 73% de su valor en bolsa. En agosto de 2008, Lehman informó de que tenía la intención de despedir al 6% de su plantilla, 1.500 personas. Finalmente, el 15 de septiembre de 2008 Lehman Brothers anunció la presentación de quiebra, iniciándose así una caída en cascada de múltiples entidades financieras en los cinco continentes y el consiguiente rescate financiero por parte de los gobiernos de los países, verdadera ruina de las arcas públicas.

La situación económica internacional comienza a desmoronarse, cebándose en mayor medida en países que, como el nuestro, tienen una mayor dependencia del sector de la construcción e inmobiliario. El desmantelamiento de nuestro sector de producción más emblemático ocasiona que las cifras de parados en España se disparen, llegando a los cuatro millones y medio, casi el doble que en los demás países europeos que gozan de una múltiple sectorización de la producción. Es precisamente esta tasa de paro tan alta, el 20’05, la que da un carácter verdaderamente grave a la situación de España porque cuanto mayor es el paro, mayor es el temor a perder el puesto de trabajo y menor es el consumo, iniciándose otra espiral que lleva a la quiebra a numerosos negocios por falta de clientes compradores. Las empresas comienzan a cerrar porque no pueden hacer frente a los préstamos y al pago de nóminas al no tener suficientes ingresos.

Es cierto que el gobierno ha estado dando palos de ciegos con esta crisis desde hace más de dos años, quizás porque tanto el Presidente Rodríguez Zapatero como la plana mayor del PSOE, generacionalmente, estén imbuidos de los sonidos de aquel famoso álbum de Supertramp que negaba la crisis de los setenta. También es cierto que el PP, principal partido de la oposición, y su líder Mariano Rajoy, han dando también palos, esta vez no de ciegos, en el lomo de los socialistas, creyendo que con ello llegará la caída del gobierno y el adelanto de las elecciones, asegurándose un triunfo más que cómodo en las urnas para formar gobierno sin necesidad de pactos posteriores. Sin embargo, este juego del PP, totalmente contrario al que realizan otros partidos de centroderecha europeos, nos va a salir caro a los españoles porque cuanto más tiempo se tarde en comenzar a remontar la crisis, más profunda será la herida económica que termine por desangrar a España y, lo que es peor aún, a sus ciudadanos que han comenzado a perder poder adquisitivo, ilusión e imaginación y a hacer más profunda la crisis.

domingo, 11 de abril de 2010

CASO GARZÓN: ¿CÓMO VAMOS A PERMITIR QUE LA HISTORIA DE ESPAÑA SEA UNA HISTORIETA?


España vuelve a ser, bien entrado ya el siglo XXI, un país de charanga y pandereta, vuelve a ser el país que ridiculizó el genial Berlanga en su Bienvenido Mr. Marshall. Cuando ya se supone que la democracia está bien asentada, después de más de treinta y cinco años de muerto el dictador, y amparándose en la Ley 46/1977 o Ley de Amnistía, Falange Española de las JONS, único Partido legal durante la larga dictadura del General Franco, el Sindicato ultraderechista Manos Limpias y la Asociación Libertad e Identidad (menudos nombres de guerra se han buscado) van a lograr sentar en el banquillo al Juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón acusándole de prevaricación por investigar las muertes del franquismo, sabiendo según ellos que no puede iniciarse ningún tipo de proceso contra los crímenes y desapariciones del franquismo por haber sido amnistiados. Que un partido político como Falange, cuyo objetivo principal según su fundador es romper las urnas, junto con los otros grupos ya citados, pueda presentar una querella contra el Juez Garzón, y que encima el Tribunal Supremo la haya considerado, es cuanto menos kafkiana y surrealista aparte de ser un auténtico hazmerreír a ojos de cualquier país civilizado y democrático que tenga una justicia despolitizada. ¿Cómo se puede argüir que la Ley de Amnistía marcó un antes y un después con el pasado franquista? ¿Cómo se puede sostener tanto disparate cuando los crímenes de lesa humanidad no prescriben jamás? ¿Cómo se permite que todavía hoy, después de más de setenta años de finalizada la Guerra Civil, en pleno siglo XXI, continúen impune los asesinatos masivos que se realizaron durante los años treinta y cuarenta, enterrando los cadáveres en cunetas y bosques y arrojándolos a numerosos pozos y simas de nuestro país? ¿Acaso no es prevaricar saltarse la persecución de los crímenes contra los Derechos Humanos y dejarlos en la impunidad? ¿Cómo vamos a permitir que la Historia de España sea una historieta?
Baltasar Garzón se ha distinguido siempre por ser un Juez implacable con el terrorismo de ETA y del GAL, aunque se le haya criticado que en muchas ocasiones actuó contra estos últimos por despecho al no ser considerado por Felipe González para el cargo de Ministro en el último Gobierno Socialista de su mandato. Sea como fuere, Garzón es sin lugar a dudas un Juez, con todos los fallos de instrucción que se quieran, riguroso en su trabajo y máximo defensor a ultranza de los Derechos Humanos en el mundo, no en vano ha sido él quien tuvo los arrestos necesarios dentro del panorama jurídico internacional para lograr poner entre las cuerdas al mismísimo General Pinochet, amén de otros sanguinarios militares argentinos. Gracias a él no han quedado impunes hechos tan atroces como los que ocurrieron en las dictaduras chilena y argentina, abriendo la espita para que jueces latinoamericanos se hayan decidido, con todo el peso de la ley y de la conciencia, a abrir cuantos procesos sean necesario para intentar juzgar a todos los responsables de aquellos crueles desmanes. Sin embargo, quien ha sido aplaudido por toda la comunidad internacional por su valor ante la injusticia, considerándosele incluso merecedor de ser presentado como candidato a Premio Nobel de la Paz, es hoy en nuestro país pasto de las más feroces críticas por parte de sectores ultraconservadores que tienen su vocero en el principal partido de la oposición, untado con la trama Gürtel y empeñado en aventar sus propios problemas internos, los mismos que tuvo en su día la UCD, con la inmolación de un chivo expiatorio en la figura del Magistrado de la Audiencia Nacional. Si nadie lo remedia, veremos a magistrados de otros países investigando, sentenciando y condenando a los responsables de los crímenes cometidos en la dictadura franquista y cerrando definitivamente la mal cerrada Transición española.
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Fotografía: EFE

martes, 19 de enero de 2010

Haití es hoy el epicentro de una deuda histórica que estamos obligados a resolver

Haití fue la Perla de las Antillas para la República francesa a partir de 1693, cuando los españoles renunciaron a la administración del tercio de la isla La Española conquistada por Colón en 1492, cuando esa tierra era una magnífica mina de oro. Posteriormente fue convertida en tierra de esclavos que eran llevados desde el África negra para trabajar en las plantaciones de azúcar, tabaco e índigo. Haití fue la primera gran colonia que logró su independencia en 1804 y el primer país del mundo que abolió la esclavitud. Haití, a su vez, fue el refugio seguro para Simón Bolívar cuando fracasó ante los españoles en la primera campaña libertadora y fue precisamente Haití quien financió con dinero y armas gran parte de las posterior campaña del Libertador. Quizás estos cuatro últimos acontecimientos hayan marcado la relación de Haití con su antigua metrópolis y con el resto de países explotadores, porque no olvidaron fácilmente la rebelión haitiana. Francia continuó saqueando a su excolonia hasta 1855 exigiéndole el pago de 90 millones de francos que indudablemente condenaron el desarrollo posterior haitiano durante el siglo XIX. Lo que vino después, ya en el siglo XX, es harto conocido: sucesivas dictaduras de los Duvalier, Papá Doc y Baby Doc, la etapa de Aristide y la dictadura de Raoul Cédras, para volver de nuevo Aristide ayudado por Clinton, entonces Presidente de EEUU, hasta la llegada al poder del actual Presidente, René Préval, en 2006. Sin embargo, estos últimos años, a pesar de que es cierto que se ha hecho un esfuerzo internacional por establecer lazos de cooperación con Haití, es cuando se ha disparado la miseria y la inseguridad porque el gobierno no ha sido capaz de articular correctamente la situación socioeconómica. En la actualidad, se puede afirmar sin temor a equivocarse que, hoy por hoy, no existe un gobierno que gobierne y casi se puede aventurar que tampoco existe el Estado como tal.

Sólo me habita el silencio ante tanta desolación, aunque dicho silencio me queme la sangre y me retuerza las entrañas. No es hora de palabras, es la hora y es el tiempo de la acción. Es el tiempo de exigirle a nuestros gobiernos y a la ONU que el panorama de todos estos países, hoy reflejados en el horror de Haití, tiene que cambiar. No puede permitirse saquear a un pueblo como se ha hecho con el haitiano, permitiendo que una saga de dictadores sátrapas y empresas extranjeras hayan realizado el negocio del siglo y hayan condenado a un país a vivir en el caos. El problema de Haití, más que el cruel y devastador seísmo que ha sacudido su territorio, matando probablemente a más de doscientos mil seres humanos, es la carencia de estructuras políticas, sociales y económicas que sean capaces de asimilar ese desastre y generar un nuevo futuro. El gran problema de Haití es que este terremoto ha hecho saltar en añicos por los aires los restos de una sociedad y el propio futuro. Ya no es tiempo de falsos cantos de esperanza, no es tiempo de reuniones internacionales de donantes, no es tiempo de la falsa solidaridad que durará lo que aguanten las portadas de los principales rotativos del mundo. Ahora es el tiempo de la exigencia, el tiempo del compromiso y de la acción, es tiempo de agarrar el toro por los cuernos y plantarle cara al futuro, es tiempo de las soluciones, es tiempo de una profunda reforma estructural que posibilite que el noventa por ciento de la población salga de la miseria. ¿Cómo es posible que la comunidad internacional permita esta arma de destrucción masiva que es la condena de la mayoría de la población a la pobreza más absoluta? ¿Cómo es posible que se condene al exterminio a más de ocho millones de seres humanos? ¿Es esto un arma de destrucción masiva o no? ¿No intervino EEUU, con la ayuda de diferentes países, en Irak por mucho menor motivo? ¿No invadió la ONU Afganistán por el ataque terrorista a las Torres Gemelas de Manhattan? ¿No es más asesina esta sutil arma que las inexistentes iraquíes? ¿No es más asesina esta injusta situación que el propio Bin Laden y su ejército de Al Qaeda? ¿No es una auténtica atrocidad conocer que la gran mayoría de los haitianos sobreviven con menos de un euro al día, cifrándose su renta per cápita en apenas 600 dólares anuales? ¿Cómo es posible que sigamos mirando hacia otro lado? ¿Para cuándo una Organización de Intervención Rápida (RIO) en el seno de la ONU que sea capaz de intervenir con prontitud? Haití es hoy el epicentro de una deuda histórica que estamos obligados a resolver.