Este Blog sólo pretende ser una reflexión sobre algunos temas que giran como un tiovivo en mi cerebro. Quizás tú puedas hacer que en algún momento cesen de dar vueltas.
"La utopía existirá mientras brille una estrella en el firmamento"

"La ciencia más útil es aquella cuyo fruto es el más comunicable" LEONARDO DA VINCI

"Sólo se pierde lo que se guarda; sólo se gana lo que se da." ANTONIO MACHADO


martes, 13 de julio de 2010

ARTE EN EL CÉSPED


Por fin gana el deporte y el fair play desarrollado por la Selección Española en los últimos años. Estamos sin lugar a dudas ante los mejores futbolistas y además ante un Grupo con una calidad humana extraordinaria. Desde tiempos inmemoriales no se había vivido en todos los pueblos y ciudades de España unas jornadas tan festivas y tan formadoras de identidad como las que se han vivido en los últimos días. Son hechos y actos como estos, capaces de juntar voluntades aunque se tengan visiones diferentes del mundo, los que se necesitan para hacer País. ¿Cómo no aprenden los políticos de una vez?

La Roja, después de varias vicisitudes, en un partido memorable dio un repaso de buen hacer y de buen fútbol nada menos que a la selección alemana, demostrando que lo acontecido en la última Eurocopa no fue producto del azar de los penaltys. España, en el partido contra Alemania y en la gran final, a pesar de la suciedad y tosquedad holandesa, ha sabido hacer arte en el césped, interpretando las reglas del fútbol para que el público se divierta y pueda disfrutar (ese es principal objetivo de una obra de arte) con un juego basado en el toque, en la inteligencia y en la plasticidad.

Quiero desde aquí dar las gracias a todos y cada uno de cuantos han hecho posible que este sueño se hiciera realidad. Es hermoso, sin duda, tener sueños, pero lo verdaderamente bello es verlos hacerse realidad. Aquí no cabe el soliloquio de Calderón en boca de Segismundo... “toda la vida es sueño,
 y los sueños, sueños son”. No, la vida tiene que ser palpar, acariciar, modelar los sueños día a día hasta convertirlos en algo tangible. Ahora toca disfrutar de la realidad y quizás, si se puede, comenzar a soñar de nuevo con que dentro de cuatro años podamos disfrutar de una verdadera obra de arte en el césped: una final de España – Brasil.