Este Blog sólo pretende ser una reflexión sobre algunos temas que giran como un tiovivo en mi cerebro. Quizás tú puedas hacer que en algún momento cesen de dar vueltas.
"La utopía existirá mientras brille una estrella en el firmamento"

"La ciencia más útil es aquella cuyo fruto es el más comunicable" LEONARDO DA VINCI

"Sólo se pierde lo que se guarda; sólo se gana lo que se da." ANTONIO MACHADO


miércoles, 26 de octubre de 2011

PRESENTACIÓN DEL POEMARIO "DESDE MI NORAY" POR JOAQUÍN NIETO REGUERA: GRACIAS AMIGO


Quisiera comenzar con el capítulo de agradecimientos y hacerlo dando las gracias a José Alberto Socorro, por haberme confiado la tarea de apadrinar esta nueva obra: “Desde mi noray” que ahora presentamos en este lugar destinado a promover la cultura. Quisiera, también, dar las gracias a la señora Concejala y a la Corporación que representa y a todos los aquí presentes por acompañarnos en este bautizo o presentación en sociedad del poeta y su obra.

Ya va siendo una constante para mi persona que compañeros o instituciones de esta localidad me encarguen trabajos como este, que resultan reconfortantes, no solo por el reencuentro siempre agradable con viejos amigos y el testimonio cargado de recuerdos, sino también por el honor que ello conlleva para quien se considera solo un humilde amante de la literatura y que en sus ratos de jubilación juega a entretener y si puede a hacer soñar con las palabras.

Y viene, ahora, a mi memoria aquel poemario “Como florece el Dafne en el invierno” de Maribel Lacave que en 2004 se erigió como ganador del Primer Certamen Poético Juancito Alvarado y que mis compañeros del jurado amablemente me encomendaron. Luego vendría “Arrullos al son del viento” de nuestro querido amigo Carmelo López, poeta y docente de esta tierra que en julio de 2006 también puso sus poemas en mis manos para que fueran ofrecidos a los lectores.

Y ahora es José Alberto Socorro – Noray, también docente y amigo quien confía en Joaquín para abrir el capítulo de lo que hoy comienza y que no es otra cosa que el arranque cara al público, puesto que poeta ya lo era y lo es, del inicio de su carrera como escritor –léase poeta- público o de y para la sociedad.

Hace ya algún tiempo llegaron a mis manos los primeros poemas que leí de José Alberto. Quiero recordar que a través de alguno de sus blogs sin firma, acaso: “Desde mi noray”. Recuerdo además una conversación sobre la intimidad de esos versos, sobre el velo que él extendía en su silencio, sobre mi intención de publicar alguno de ellos en mi blog y mi imposibilidad de hacerlo sin que diera a conocer técnicamente su autoría, sus últimas palabras, sobre este asunto que sonaron casi como una conformidad forzada : “No te preocupes, Joaquín, algún día, se tendrá que saber que tras esos versos estoy yo”. Tal era su silencio y su intención. Tampoco recuerdo si lo publiqué, creo que no, me parece que entendí el mensaje de su necesidad de mantenerse en el anonimato.

Hoy me alegro de estar aquí, ya lo dije, y me alegro de que por fin esta embarcación siga fuertemente agarrada a su noray, pero que lo haga con sus velas al viento pregonando que junto al movimiento de las olas de la vida hay un poeta que nos hace sentir, un poeta de carne y hueso que navega, palpita y nos hace soñar.

Pero no quisiera pasar por alto ese sentimiento del poeta de hacer suyos sus poemas hasta la muerte, léase en ello su intención vista desde quien les habla: “escribo para mí y para mi forma de entender la vida y lo hago público sin que nadie rompa esa barrera de la intimidad”. Y es su esposa, su compañera del alma quien plasma sobre el papel un acercamiento a la luz, y de ahí al poemario que tenemos entre nuestras manos un paso definitivo que él adopta de esta forma tan clara y concisa y a la vez tan desgarrada y bella.

“Después de haber cumplido ya el medio siglo y sin ningún pudor, no he reprimido la necesidad de abandonar la seguridad que me ofrece mi noray para adentrarme en el océano y mostrar a corazón abierto mis sentimientos, mis soledades y mis dudas, mis gritos y mis silencios, mis luces y sombras, mis ausencias, mis olvidos y recuerdos, en definitiva algunos retazos de mi vida y también de mi propia muerte”


Y como docente acostumbrado a estudiar y sacar conclusiones para que los demás entiendan, aunque siempre quede la lectura particular, subrayo aquello que tira de mi conciencia y de lo que entiendo existe tras este poemario para poderlo entender en un arranque sin pérdida por sus lecturas.

Digamos, por tanto, que hay un punto de partida y arranque sin temor (pudor él lo llama), pues sabe que sigue agarrado a su noray, sujeto y seguro a y en su forma de ser, pues está convencido de que su educación, sus principios, sus valores, sus inspiradores y musas los tiene siempre presentes e incrustados en el fondo de su alma y de ahí a la pluma no hay nada, solo sentimientos pues ahí están en él, así lo dice públicamente en otros foros nada más y nada menos que Gandhi, Mandela, Vicente Ferrer, Teresa de Calcuta, Mario Benedetti…. Y las personas de esa manera, los artistas, los poetas, aquellos que viven las alegrías propias y la de los demás, las penas propias y la de los demás, muestran a corazón abierto sus sentimientos, sus soledades, sus dudas, sus desgarros y gritos, sus silencios, sus luces, sus sombras, sus ausencias, sus olvidos, sus recuerdos con palabras bellas que se transforman en poemas para sanar nuestras conciencias y llenar de amor nuestros corazones.

Cuánta soledad he encontrado en estos poemas, cuánta quietud, cuánto amanecer, cuánta vida, cuánta belleza cuánto amor y todo ello en silencio, en el que se ha hecho como poeta. Vaya un imperio de libertad que ha hecho José Alberto del silencio, cuánto se aprende con él, con ambos, con el poeta y con el silencio, veamos:

-Solo soy libre en el silencio….
Vísteme tú de palabras,
Desnúdame de silencios…

-Déjame que me refugie en el silencio,
en el verbo efímero y póstumo de un beso…
…//….
-No es que te respire en el silencio
de este nuevo amanecer
y te reviva entre este montón
de versos hechos de cenizas…
…//…
Y sin embargo, esta noche
oscura de luna
soy tormenta herida
en mi propio silencio,
vértigo y soledad,
desangrándome a solas
en medio de estos versos.

…//….
Ahora sé que ya no necesito
más verbo que un monosílabo,
fluyendo seguro y sereno
por el secreto torrente sanguineo
de mi inescrutable silencio,

Detrás de ese silencio el poeta canario como todos los buenos poetas canarios es mar, pero mar de roca, mar de amor, mar de espuma, mar de vientos, mar de vida:

“Nunca , como a tu lado,
fui roca viva.
Y yo que me creía mar,
plácida espuma
bañando tu cuerpo,
línea del horizonte
en tu mirada serena,
rumor de caracola
en la rosa de los vientos.”

Vuelvo a ser yo el que escribo, el que quiero decir que el poemario que presentamos es un llamamiento continuo a la vida. La mención en sus poemas al agua, que decíamos, a la luz, a la piedra (la roca que también decíamos antes), al amanecer, a la noche, al día, al fuego, al aliento, al amor y por fin a la muerte como culmen de su existencia es el nexo de una necesidad, la de hacer poesía de su propia existencia y la de seguir el sendero de los creadores canarios que sin estos elementos no serían capaces de hacer literatura.

Es , por tanto, José Alberto poeta “per se”, es poeta por necesidad, por sentir la necesidad de expresar, primero en silencio, y luego desde el silencio lo bello que es vivir y hacerlo intensamente, o sea con amor, con necesidad pero de compartir, con capacidad de enseñar, con la sensibilidad, pero también, entre versos de libre configuración y dominio de la creatividad literaria, con el dolor y el desgarro que una sociedad como la nuestra merece, así en su poema “Soy del Sur” donde se viste de necesidad social, leemos:

“Si pudiera me calzaría tu piel
para emprender cada amanecer
y sentir bajo mi epidermis
tu grito y tu silencio”.

Y en “Nunca hubo tiempo para Haití” se desgarra con estos versos llenos de dolor y de angustia universal:

“ Demasiado tiempo sin lluvia de estrellas,
sin que nazca el sol de nuevo cada día,
entre amaneceres de negras soledades
y luces muertas que amamantan la miseria…”

Estos llamamientos los entendemos mejor cuando José Alberto elige con exactitud la cita de Vicente Ferrer: “La pobreza y el sufrimiento no están para que los entendamos, sino para que los resolvamos”. Estamos, por tanto, y también ante un poeta de compromiso y eso no es poco. Su inspirador Benedetti lo fue y no hace falta más explicación.

He encontrado en estos versos del poemario “Desde mi noray” un tratamiento exquisito del amor. Yo diría sublime, Y es que no podría ser de otra manera cuando se es tan intenso como el autor. El silencio, querido amigo José Alberto, da mucho tiempo para pensar y en esos pensamientos puros tiene cabida el amor, tu amor. No se puede estar enamorado de la vida en general sin estar “enamorado”, léase entre comillas; sería una oposición a la lógica y de esa posición parten musas, palabras y versos que sobre el papel enamoran a quienes las leemos o escuchamos, es una corriente continua de sensaciones que embelesa.

Pero no voy a ser yo, aquí, quien como con los anteriores versos desglose bellas estrofas para que las escuchen de mi voz, pues me parece que los versos de amor son además de intimistas, versos de enamorados que como en este caso parten del silencio, que se leen en la compañía de dos que se aman o en el retiro de la cama, junto a la mesa de noche para una vez asumidas sensaciones descansen muy cerca de nuestras camas de amor. Si acaso creo que si alguien puede permitirse romper ese embrujo del verso del amor, debe de ser su creador, si así lo estimara, y puestos en ruegos celebraría que así fuera, pues ya solo me faltaría añadir a la dicha de haberlos leído, el gozo de escucharlos en su propia voz, ahora y a continuación. Autor, creador, versos de amor y en directo… ¿No sería todo un lujo?. Queda sobre la mesa el deseo…

Para ir concluyendo y no cansarles, me gustaría decir, además, que me he encontrado un poemario muy intimista, pero completo, incluso en su variedad, oficiado con buena pluma, con versos libres pero a la vez sujetos a un estilo muy personal que para nada rompen el son ni su cadencia tan necesaria en el verso, y eso es muy difícil y tiene mucho mérito cuando la poesía es realizada en diferentes tiempos y momentos de la vida del escritor y cuando el poemario no es temático, habla de constancia, de ideas bien asumidas, de personalidad.

Por ello creo que, modestamente, después de haber estrujado este texto estoy en disposición de poder conocer o encontrar un nuevo poema del autor entre tantos como me pusieran delante, y eso se debe a su personalidad tan especial a la hora de plasmar sus pensamientos y llevarlos en la construcción hasta el final o acabado de sus ideas. En esa dirección que comento he hecho muchos comentarios a lápiz al borde de los poemas, eso es muy bueno, pues indica que me ha abierto la mente, me ha llevado a otras situaciones lectoras, hay exclamaciones en esas notas, sobre todo y también en línea con lo que antes les decía de la construcción del pensamiento del autor, y en algún poema hasta me he adelantado al final con la esperanza de que fuera como yo lo deseaba, a eso lo llamo empatía literaria. Ese recorrido del oficio literario ha sido una experiencia magnífica.

He palpado la sensibilidad del buen gusto de José Alberto por la lectura, por las fuentes literarias escogidas en su formación y por los maestros de los que el autor ha insuflado sus conocimientos: Los clásicos, los generacionalistas, los modernos, los de la tierra nuestra y que también desde su punto de vista y del mío son del mundo en una visión literaria universal.

Por todo ello, ha sido un placer ser uno de los primeros lectores de este “Desde mi noray” del poeta José Alberto Socorro y les invito a que compartan conmigo el buen gusto por la poesía del autor y de paso disfruten del momento literario.

Muchas felicidades, José Alberto, ha sido un honor acompañarte esta noche en este acto literario, te deseo buena suerte y que las musas no te abandonen.


JOAQUÍN NIETO REGUERA

martes, 27 de septiembre de 2011

LA EDUCACIÓN DEL SIGLO XXI

La educación del siglo XXI debe ser de calidad para formar a hombres y mujeres en plena igualdad, capaces de convivir en la sociedad del conocimiento, inmersos en una sociedad ética, con valores que fomenten lo “público”, porque es igualitario, y no lo “privado”. El sistema educativo debe formar buenos ciudadanos que sean competentes y capaces de encontrar las claves para la transformación que demanda y necesita la propia sociedad.

La educación es un proceso continuado que persigue el desarrollo integral del alumnado, ayudándoles en el conocimiento y aceptación de sí mismos para conseguir un desarrollo equilibrado de su personalidad y su incorporación a la vida social, facilitándoles la capacidad de toma de decisiones de una manera consciente y responsable.

La educación debe formar a personas capaces de convivir, respetando el medio natural y a las demás culturas, en un mundo cada vez más global. Debe conseguir la igualdad, sintiéndonos iguales y siendo diferentes, compartiendo los mismos derechos y deberes, independientemente de las condiciones sociales, económicas, políticas, culturales o sexuales. La educación pública debe construirse desde la solidaridad, porque sólo así se puede romper el círculo de la pobreza. Es necesaria una escuela que ponga al alcance de toda la ciudadanía, sin distinción de riqueza, raza o religión, el conocimiento y los valores necesarios para participar activa y democráticamente en la sociedad.

La escuela tiene que potenciar la solidaridad como valor fundamental. Es por ella por la que la educación tiene norte. Sin ella no tendría sentido este trabajo. ¿Para qué educar?, sino para lograr una sociedad más justa, cooperante y solidaria. Si no entendemos la educación como generadora de actitudes y valores igualitarios, si no la concebimos desde la necesidad de modificar los actuales esquemas sociales que nos abocan a la incomprensión y al individualismo, si no la imaginamos capaz de transformarnos como individuos dentro de la colectividad, ¿para qué seguir con esta farsa?

Solidaridad no es introducir unos cuantos euros en un sobre para no se sabe bien qué causa, ni observar con rubor las lejanas imágenes de las múltiples guerras que nos conmueven, ni rebelarnos ante las injusticias por las que, en realidad, nada o casi nada hacemos. Solidaridad es levantarse cada mañana sintiéndonos el otro, siendo ese otro porque somos uno mismo. Sólo así podremos cesar de una vez esta vorágine que oprime al ser humano: la indiferencia.

Estoy seguro de que estamos asistiendo a un cambio radical y profundo en el mundo educativo, un cambio que, aunque algunos quieran detenerlo poniendo todo tipo de obstáculos, es ya imparable. Yo sueño con que un día podamos descubrir que la educación pública es la base esencial para el desarrollo de los seres humanos y que es el abono necesario de la felicidad porque, como escribió Ernesto Sábato, “la búsqueda de una vida más humana debe comenzar por la educación”.

La educación es sin duda la piedra angular de la sociedad, sin la cual no puede construirse el resto del edificio comunitario y por ello no debe ser, a pesar de la profunda crisis económica, el cajón de los recortes ni de las privatizaciones pero tampoco el del pesimismo, porque un pueblo que no invierte en educación, ni en optimismo, ni en utopía, está condenado al fracaso.
-
Permítanme para terminar la lectura del siguiente poema de Gabriel Celaya, del que celebramos este año el centenario de su nacimiento:

“Educar es lo mismo
que poner motor a una barca…
hay que medir, pesar, equilibrar…
… y poner todo en marcha.
Para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino…
un poco de pirata…
un poco de poeta…
y un kilo y medio de paciencia
concentrada.

Pero es consolador soñar
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes,
hacia islas lejanas.

Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera
enarbolada.”

jueves, 8 de septiembre de 2011

¿Qué es la poesía?



Según Yves Bonnefoy, la poesía "es aquello que quiere liberar las relaciones entre los hombres de los prejuicios, ideologías y quimeras que los empobrecen".

La palabra poesía proviene del vocablo griego “poiesis”, que significa creación. Platón define este término, en su célebre obra El Banquete, como “la causa que convierte cualquier cosa que consideremos de no-ser a ser”. Heidegger se refiere a la “poiesis” como el “alumbramiento”, como "el florecer de la flor, el salir de una mariposa de su capullo, la caída de una cascada cuando la nieve comienza a derretirse". ¿Acaso puede definirse con más acierto qué es la poesía?

En la antigüedad, a todas las composiciones literarias se les conocía con el nombre de poema. Se trata, pues, la poesía de la expresión de los sentimientos por medio de la palabra, utilizando el verso, es decir aquellas líneas de palabras que están sujetas a una cadencia y, en ocasiones, a una determinada medida, o la prosa: lenguaje poético utilizado sin necesidad de guardar ritmo ni medida.

La poesía es una de las artes más antiguas que se conocen y durante siglos estuvo íntimamente ligada a la música, a la que servía de soporte literario para remarcar el ritmo musical. De ahí que, durante un largo período de tiempo, se le diera el nombre de poesía sólo a aquellos versos que se ajustaban a una métrica precisa y estricta, negando el verso libre donde la métrica carece de sentido o es lo menos importante.

Hoy podemos afirmar que la poesía es mucho más que eso, “la poesía, en voz de Pedro Salinas, es encontrar la esencia de la realidad, descubriendo el tiempo y sus interrogantes”. Es en la poesía donde el ser humano se cuestiona su vida y se desnuda ante sí mismo, dejando aflorar sus más íntimos y profundos sentimientos y se descubre ante los demás y ante el mundo, en un instante íntimo y preciso, abriendo su razón, su corazón y su alma. Decía Rimbaud que “la poesía quiere cambiar la vida”. Y es cierto, quienes escribimos poesía queremos y necesitamos cambiar la vida desde la misma concepción utópica de la vida, proyectándonos en un mundo idealizado y alternativo al mundo existente, para poder realizarnos como seres humanos, pero también lo hacemos para que el otro lea el poema, lo interiorice y lo concluya. Sólo así podemos hacer posible que brote la utopía entre los surcos de la realidad. Basten estos versos del poema Utopías del Maestro Benedetti para comprender la necesidad de continuar creyendo en la poesía y en la utopía:

“cómo voy a creer / dijo el fulano
que la utopía ya no existe
si vos / mengana dulce
osada / eterna
si vos / sos mi utopía.”

En palabras de Juan Ramón, “la poesía, principio y fin de todo, es indefinible”. La poesía no puede ser esclava del pensamiento, si acaso éste puede llegar a ser un verdadero cautivo de la propia poesía porque, como dijo César Vallejo, “un poema es una entidad vital mucho más organizada que un ser orgánico en la naturaleza”.

Es cierto que la creatividad poética no tiene ni debe tener limites. No puede ponérsele puertas al campo poético, acotando la forma y el fondo, la poesía no debe tener más fronteras que las que se trazan en el interior de cada poeta a solas con su propia soledad. La poesía no debe ni puede tener más límites que la palabra y el pensamiento libre. Como bien sentenció Leopardi, “la poesía es perderse en lo infinito”.

Decía Jean Cocteau que “la poesía es imprescindible, pero no sé para qué”. Según Gabriel Celaya, "la poesía es un arma cargada de futuro". Y no le falta razón al poeta cuando escribe:

“Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales 

que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.”

La poesía, la palabra es el único arma que tenemos para intentar cambiar este mundo injusto que nos rodea. “Poesía es todo lo que se mueve”, afirma Nicanor Parra. Quienes escribimos poesía no podemos dejar de movernos, no podemos dejar de tomar partido ni dejar de mancharnos, no podemos mirar para otro lado porque nos va el futuro en ello. Como escribió Agustín Millares Sall:

“Vuelvo a la carga y te digo: aquí no cabe
esconder la cabeza bajo el ala,
decir “no sabía”, “estoy al margen”,
”vivo en mi torre, solo y no sé nada”.
Te digo y te repito que no vale.”

En un párrafo de su novela Los pasos perdidos, publicada en 1953, donde se debate el mundo de lo real maravilloso, el escritor cubano Alejo Carpentier afirma: "Llego a preguntarme a veces si las formas superiores de la emoción estética no consistirán, simplemente, en un supremo entendimiento de lo creado. Un día, los hombres descubrirán un alfabeto en los ojos de las calcedonias, en los pardos terciopelos de la falena, y entonces se sabrá con asombro que cada caracol manchado era, desde siempre, un poema." “La poesía, tal y como afirmaba Carmen Conde, es el sentimiento que le sobra al corazón y te sale por la mano.”

"¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul:
¿qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú."

Más allá de lo estrictamente poético de estos cuatro versos becquerianos, un poeta sólo concluye su poema cuando los demás lo leen, lo interpretan y lo hacen suyo. En definitiva, cuando realizan su propia poesía.

Dice Laura Gómez Recas, una excelente amiga y poeta, que “la poesía es una lluvia escarlata, con olor a sangre, que brama entre los dedos y se escapa en un vuelo transgresor donde los haya. Es tu alma la red que has de emplear para atraparla.” Creo que es, sin lugar a equivocarme, una de las definiciones más exactas y bellas de cuantas he leído.

Mi poesía es por tanto la búsqueda de mi mismo y de los demás. Si escribo, lo hago para reflejarme, como en un espejo o en un caleidoscopio, ya sea en el papel o en la pantalla del ordenador, y vaciar los sentimientos y las reflexiones sobre mí mismo y sobre todo aquello que me afecta, sea cercano o lejano. Necesito reflexionar sobre la palabra y el silencio, sobre la vida y la muerte, sobre las relaciones interpersonales porque sólo así puedo hacer realidad mis propios sueños. Mi intención última es encontrar las vetas de luz que habitan entre las sombras.

Haciendo mías las palabras del Maestro Borges, “creo que la poesía es algo íntimo, algo tan esencial, que no puede ser definido sin diluirse. Sería como tratar de definir el color amarillo, el amor o la caída de las hojas en el otoño. Yo no sé cómo podemos definir las cosas esenciales... Si sentimos placer, si sentimos emoción al leer un texto, ese texto es poético. Si no lo sentimos, es inútil que nos hagan notar que las rimas son nuevas, que las metáforas han sido inventadas por el autor o que responden a una corriente tal. Nada de eso sirve. Primero debemos sentir la emoción, después tratarnos de explicar o comprender ese texto. Si leemos un poema como un juego verbal, la poesía fracasa; lo mismo ocurre si pensamos que la poesía es solo un juego de palabras. Yo diría más bien que la poesía es algo cuyo instrumento son las palabras, pero que las palabras no son la materia de la poesía. La materia de la poesía -si es lícito que usemos esa metáfora- vendría a ser la emoción.”

Por todo ello, podemos afirmar que es completamente cierto aquello que escribió José Martí: “Un grano de poesía es suficiente para perfumar un siglo”. ¡Ojalá que ese perfume sea tan embriagador que nos cautive para el resto de nuestra vida!

martes, 28 de junio de 2011

LA CAPITAL CUTURAL EUROPEA DE 2016


La candidatura presentada por la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria para la capitalidad europea de la cultura en 2016 ha estado muy bien planteada, apoyándose en un valor que imprime cosmopolitismo a esta ciudad como es el concepto de tricontinentalidad, europea, africana y americana, para construir un entramado artístico, cultural y festivo muy interesante y que debemos continuar manteniéndolo porque, después de todo, la cultura es y debe seguir siendo pensada por y para el pueblo. Por ello debemos continuar afianzando y financiando desde las distintas instituciones públicas los diversos festivales que hasta ahora se han ido desarrollando en nuestro municipio: Música de Canarias, Ópera y Zarzuela, Teatro y Danza y Cine, sin olvidar el WOMAD y el Festival de Jazz.

La candidatura canaria ha sido sin lugar a dudas una excelente candidatura que ha basado su argumento central en ser una ciudad atlántica y ultraperiférica, que se siente profundamente europea pero que también lleva en sus venas sangre africana y americana, una ciudad con más de quinientos años de Historia y que es patria chica del insigne maestro de las letras españolas, el nunca justamente reconocido como tal, Don Benito Pérez Galdós. Ha sido nuestro municipio cuna de geniales artistas, destacando entre otros muchos Manolo Millares, Néstor Martín Fernández de la Torre, Tomás Morales, Alfredo Kraus, Martín Chirino y el mismo Javier Bardem. Es nuestra ciudad el lugar donde nació Juan Negrín, eminente científico y político, último Presidente del Gobierno de la II República Española. Sin embargo no podemos ni debemos caer en el menosprecio a las demás ciudades, porque es de nobleza saber competir, pero más aún es saber perder como se hace en nuestro más representativo deporte, la Lucha Canaria, y entre otras cosas porque no sirve absolutamente de nada la lamentación después de que la suerte ya haya sido echada.

Al igual que nuestro municipio, no ha conseguido el galardón una ciudad tan rebosante de Historia como Segovia, donde fue coronada la Reina Isabel La Católica, por mucho que se enorgullezca de su acueducto con más de dos mil años, a pesar de su herencia celta, romana y visigoda.

Tampoco lo ha logrado la ciudad de Zaragoza, sede del Secretariado de la ONU para Década del Agua, sexta ciudad por cantidad de población de España e importante urbe íbera, romana y árabe, baluarte del heroísmo patriótico por su resistencia espectacular al ejército invasor de Napoleón.

Tampoco lo ha conseguido la ciudad de Burgos con su imponente Catedral, ciudad capital en la Edad Media y en la Edad Moderna y que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Por último, tampoco ha sido merecedora, según el jurado, de tal distinción la bella Córdoba, la ciudad de la Mezquita, acaso uno de los más bellos edificios del mundo, a pesar de albergar en su seno la Historia y la convivencia pacífica de tres de las más grandes culturas y de las tres religiones más importantes del mundo, a pesar de haber visto nacer en su seno a grandes filósofos como Séneca, Maimónides o Averroes, a pesar de contar entre sus hijos más ilustres con poetas tan destacados como Lucano y Luis de Góngora.

Ahora sólo toca dejar de mirarnos el ombligo, ser sensatos, y felicitar a la ciudad ganadora, a Donostia-San Sebastián, que ha logrado ver cumplidas sus aspiraciones tras la última votación del jurado, quien ha visto en su propuesta una candidatura ilusionante, quizás más politizada ahora después de las palabras pronunciadas por el nuevo alcalde donostiarra, Juan Karlos Izagirre, de Bildu, al afirmar que esta candidatura va a ser un respaldo para la paz y la normalización de nuestro país”.

Sea como sea, y sabiendo que unas veces se gana y otras se pierde, sólo resta apoyar desde hoy mismo, y desde todas las instituciones, a esta hermosa ciudad vasca para que tenga un brillante 2016 cultural y sea ésta una verdadera oportunidad para integrar todas las voluntades desde el respeto y la tolerancia para conquistar un bien tan preciado como el de la libertad.

martes, 21 de junio de 2011

La última arenga del Cardenal Rouco


El arzobispo de Madrid ha declarado públicamente que el régimen franquista, con todas sus persecuciones y fusilamientos, fue “un mal menor necesario para la salud de España”. Firme defensor del catolicismo más reaccionario, al Cardenal Rouco no le ha temblado la mano al firmar la clausura de aquellas parroquias que no son de su agrado o se apartan de los cánones generales, como ocurrió con la Parroquia de San Carlos Borromeo en Madrid.

Este Cardenal, máximo representante de la Iglesia Católica en España, se ha caracterizado siempre por sus excesos. No olvidemos que ha sido durante los últimos años el principal azote del Gobierno del Presidente Rodríguez Zapatero desde el púlpito y desde las ondas de la COPE, pues no en vano ha ejercido con mano férrea la “guerra sucia” contra todo lo que olía a conquista de derechos sociales, tales como la Ley 13/2005, de 1 de julio, por la que fue modificado el Código Civil, dando la oportunidad, sin menoscabar ningún derecho a otro sector de la población, al colectivo homosexual de ejercer su derecho a contraer matrimonio y equipararse así al resto de la población. Esta conquista nunca ha sido tolerada por la Iglesia Católica, aduciendo siempre a que el matrimonio es una institución que crea un vínculo conyugal ante Dios y ante la sociedad entre un hombre y una mujer y a la etimología de la palabra latina matrimonium (calidad de madre) que implica la existencia de una madre para que exista tal institución.

Tampoco gustó al Cardenal Rouco Varela la regulación de la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, aún cuando dicha ley sólo despenaliza diferentes situaciones anacrónicas que se daban hasta entonces y establece los plazos para poder practicar el aborto, homologándose con otras leyes europeas.

Ha sido este purpurado el que se ha erigido en látigo del Gobierno de España, convocando y participando en cuantas manifestaciones sirvieran para intentar desgastar la gestión del Gobierno, siempre bajo el paraguas de la protección de la familia, amenazada según su “eminente” opinión por la acción del gobierno socialista. Sin embargo, no vacila el Cardenal en extender su mano para recoger la “limosna” que le da el Gobierno de España para la próxima visita del Papa a Madrid con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud. Tampoco rechaza el “donativo” de 5000 millones de euros que le regala el Estado, por medio del IRPF y gracias al Concordato de 1979 con El Vaticano, para el sostenimiento de la Iglesia Católica cuando éste debiera recaer única y exclusivamente en manos de los feligreses católicos.

La última y “endemoniada” arenga que ha lanzado el Arzobispo de Madrid es que los jóvenes, y no tan jóvenes, valedores del Movimiento 15M no conocen ni a Dios ni a Cristo y “se encuentran con sus vidas rotas”. El Cardenal Rouco tendría que releer el capítulo 23, versículos del 13 al 33, del Evangelio de San Mateo, ya que se comporta como un auténtico sepulcro blanqueado y debería centrar su empeño en comprender y predicar las siguientes palabras de Monseñor Pere Casaldáliga, que sí tienen mucho que ver con las ideas del Movimiento 15 de Mayo: Reivindicamos la verdadera política. Una política, "otra", de justicia, de transparencia, de servicio, de participación, programada y vivida local y mundialmente. Renovando las instancias tradicionales, muchas de ellas caducas e injustas, y propiciando otras nuevas. Formando políticamente a la ciudadanía, sugiriendo actitudes, procesos, campañas; buscando soluciones. Pensar y asumir lo que se debe hacer para que la política esté viva, resucitada, lejos de los "sepulcros blanqueados", y sea una política humana y humanizadora.

domingo, 20 de marzo de 2011

ENERGÍA NUCLEAR: ¡NO, GRACIAS!


El último gran terremoto de Japón y el posterior tsunami han dejado al aire las vergüenzas de la energía nuclear. Vaya por delante mi oposición rotunda a este tipo de energías que entrañan un gravísimo peligro para la naturaleza y para la humanidad, ya que cualquier error, por exiguo que sea, puede ocasionar un desastre de incalculables proporciones. Basta recordar el episodio acontecido con la Central ucraniana de Chernóbil el 26 de abril de 1986, considerándose hasta el día de hoy uno de las mayores catástrofes medioambientales de la historia. Aquel fatídico día y debido a un corte de suministro eléctrico, se produjo un desproporcionado aumento de potencia en el reactor número cuatro de la central nuclear, originando el sobrecalentamiento del núcleo del reactor, y terminando por provocar la explosión del hidrógeno acumulado en su interior. Ingentes cantidades de dióxido de uranio, carburo de boro, óxido de europio, erbio, aleaciones de circonio, todos ellos materiales altamente radiactivos, fueron arrojadas a la atmósfera, estimándose el vertido quinientas veces superior al liberado por Little Boy, la bomba atómica que arrojaron los norteamericanos el seis de agosto de 1945, desde el macabro B-29 Enola Gay, sobre Hiroshima como gran colofón de la II Guerra Mundial. Una energía que tuvo su origen y su causa en el desarrollo de una potente arma de guerra, capaz de aniquilar a más de 140.000 seres humanos, nunca podrá ser considerada por la humanidad como fiable y amiga por el grado de destrucción implícita que comporta.

A veinticinco años del accidente nuclear de Chernóbil y sesenta y seis años después de la masacre de Hiroshima y Nagasaki, esta vez debido a las fuerzas de la naturaleza, nos encontramos a las puertas de otra hecatombe atómica en el mismo corazón del imperio japonés. El accidente de Fukushima ha demostrado a todas luces que el ser humano, aunque se empeñe en lo contrario, continúa siendo un ser frágil y limitado dentro de la naturaleza y, por mucho que lo desee, no puede terminar de controlar todo lo que acontece en ella. En esta ocasión ha sido un gran terremoto y un posterior tsunami los que han puesto en jaque a la energía nuclear, desatando la preocupación en el resto del mundo debido a las extremas medidas de seguridad que gozan las centrales niponas, aunque a la postre se hayan visto insuficientes para contener la amenaza de contaminación radiactiva.

España cuenta en la actualidad con siete centrales nucleares en pleno rendimiento: José Cabrera - Zorita y Trillo en Guadalajara, Santa María de Garoña en Burgos, Almaraz en Cáceres, Ascó y Vandellós II en Tarragona, y por último, Cofrentes en Valencia. Entre todas ellas aportan aproximadamente el 20% del total de la energía que se consume en nuestro país. España continúa siendo totalmente dependiente del exterior en energía ya que carece de yacimientos de petróleo y gas, siendo las fuentes energéticas del carbón, la hidráulica, la nuclear y las energías renovables, como la eólica y la solar, totalmente insuficientes para el autoabastecimiento energético. Un análisis pormenorizado y exhaustivo de las necesidades energéticas que tiene nuestro país, hace que voces autorizadas de diversos espectros profesionales y políticos propugnen la necesidad de implementar la instalación de nuevas centrales nucleares en suelo español, aunque la gran mayoría de la población esté en contra de la utilización de este tipo de energía por los inconvenientes de seguridad y por la generación de residuos sólidos y líquidos de alta radiactividad, que permanecen latentes durante miles de años, problemas que hasta la fecha no han sido resueltos y que tienen difícil solución en un futuro inmediato. Por ahora sigo gritando bien alto: Energía Nuclear ¡No, gracias!

sábado, 1 de enero de 2011

La desesperación de no poder llegar a fin de mes

Comienza otro año después de habernos conjurado comiendo las doce uvas, expresando mil y un deseos y esperando que algunos de ellos, al menos aquellos relacionados con la salud, se conviertan en realidad. Atrás, a menos de veinticuatro horas, queda uno de los peores años de cuantos hemos vivido en nuestra todavía joven democracia. Han sido trescientos sesenta y cinco días marcados por la profunda crisis económica y por las difíciles relaciones entre los dos partidos políticos con mayor representación parlamentaria. Ni PSOE ni PP se han puesto de acuerdo por el bien común en arrimar el hombro, dejando aparte sus pretensiones partidistas y electorales, para intentar empujar todos juntos en la misma dirección con el objetivo de sacar a España del vagón de cola de la Europa sin fronteras y por ello, a día de hoy, continuamos sine die con la espada de Damocles de los grandes inversores internacionales sobre la economía española. De haberse puesto de acuerdo los dos principales partidos, ahora estaríamos hablando de la salida paulatina de la crisis y, quizás, del inicio del crecimiento económico y la correspondiente mejoría en las tasas de desempleo. Pero, sin duda, Spain is different, como lo fue en el siglo pasado y lo ha sido desde siempre, teniendo que aguantarnos incluso con la dictadura franquista durante más de treinta años, mientras los estados fascistas europeos caían en los brazos de la democracia y el Plan Marshall americano sólo daba a España la idea para hacer la inolvidable película del genial Berlanga.

Se ha ido un año inefable - Annus horribilis – para toda las conquistas sociales y, lo que es aún peor, nos ha dejado a todos un poco más pobres a pesar de la Huelga General. Han subido vertiginosamente los hidrocarburos y el transporte, la energía eléctrica y el agua de abasto, pronto lo hará la factura telefónica y las tasas aeroportuarias, al tiempo que entramos en una nueva era de glaciación económica donde los salarios decrecerán y las conquistas de la llamada sociedad del bienestar se irán perdiendo poco a poco.

Es hora por tanto de tomar conciencia ciudadana y encarar la situación que se nos avecina con empeño y con determinación, sin volver a dar cheques en blanco a ninguna formación política a pesar de las promesas electorales que nos hagan que, como un azucarillo, se terminan por disolver tras el cuarto o quinto Consejo de Ministros. Es hora de plantar cara y exigir la extremaunción y posterior entierro del actual sistema financiero que continúa empobreciendo las estructuras económicas y por ello a todas las capas sociales. Es hora de armar un sistema que redistribuya con mayor equidad tanto la riqueza como la pobreza sin que siempre sean unos pocos los que atesoren las grandes fortunas y la inmensa mayoría la que se vea sometida a las fauces de la desesperación de no poder llegar a fin de mes.