“Solidaridad” (1999) - PEPE NOJA
La escuela ha de potenciar la solidaridad como valor fundamental. Es por ella por la que la educación tiene norte. Sin ella no tendría sentido este trabajo. ¿Para qué educar?, sino para lograr una sociedad más justa, cooperante y solidaria. Si no entendemos la educación como generadora de actitudes y valores igualitarios, si no la concebimos desde la necesidad de modificar los actuales esquemas sociales que nos abocan a la incomprensión y al individualismo, si no la imaginamos capaz de transformarnos como individuos dentro de la colectividad, ¿para qué seguir con esta farsa?
Solidaridad no es introducir unos cuantos euros en un sobre para no se sabe bien qué causa, ni observar con rubor las lejanas imágenes de las múltiples guerras que nos conmueven, ni rebelarnos ante las injusticias por las que, en realidad, nada o casi nada hacemos. Solidaridad es levantarse cada mañana sintiéndose el otro, siendo ese otro porque somos uno mismo. Sólo así podremos cesar de una vez esta vorágine que oprime al ser humano: la indiferencia.
4 comentarios:
La indiferencia. Sin duda es una de las claves del egoísmo social en el que hemos sumergido nuestra cultura. Una gran clave a la que habría que combatir. Quizás el exceso de información y la forma en que se explota el morbo acaba insensibilizándonos con el sufrimiento ajeno.
Gracias por participar y poco a poco os estoy enlazando a todos para que más gente os lea.
Un abrazo
Vengo del post anterior porque aquí también siento que lo que dices me llega, porque también me siento identificada y preocupada...
La escuela es nuestra sociedad en pequeñito, y en ella estamos experimentando todos esos cambios, que como el climático, son realmente ciertos.
Yo no me canso de decir que en los últimos seis años la cosa ha cambiado pero cambiado de verdad. Los modelos a imitar ya no tienen autoridad ni moral,ni ética, ni nada... ahora tienen la ley del más fuerte, y la del mínimo esfuerzo!
Una sociedad donde los valores se han devaluado hasta límites insospechados... me da miedo, verdadero miedo!
Y ahí estamos nosotros, intentando manejar una barca demasiado cargada, demasiado alterada.
En fin, aquí hay para rato, muuucho rato!
Otro abrazo orillero!
Hoy me he paseado por este otro blog tuyo y mira por donde, vengo "calentita" de comentar en el blog de Chaconi, sobre el incivismo que nos masacra.
Comparto plenamente la opinión de Edurne y también me da miedo lo que está pasando y sobre todo lo que se avecina visto lo visto. Los docentes tenéis un verdadero problema a vuestras espaldas, cuando vosotros ni lo generáis, ni tenéis la varita mágica que lo solucione.
Hoy estoy muy cabreada con los padres... y cada día que pasa más. La sociedad del bienestar ha generado verdaderos monstruos que viven por y para ellos mismos. Los reyes de la casa han salido a la calle pensando que son los reyes del mundo y lo peor de todo... sus padres les siguen alimentando la ilusión.
Un abrazo solidario, Noray.
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